Trastorno específico del
aprendizaje: con dificultades
en la lectura


Entre los trastornos del neurodesarrollo, el relativo al aprendizaje de la lectura es de los de más alta prevalencia en edad escolar; se caracteriza por problemas en la decodificación de palabras, la velocidad de lectura y, o en la comprensión. Todas estas dificultades no son explicables por el nivel intelectual, por lo cual diversas investigaciones han intentado averiguar cuáles son las causas, desde el punto de vista cognoscitivo, que subyacen a las dificultades para aprender a leer.

Hasta el momento, la hipótesis que ha sido comprobada en mayor medida es que en la base de este desorden se encuentra una deficiencia en procesos metalingüísticos, en particular en la consciencia fonológica. También se ha llegado a la conclusión de que hay ciertas anomalías estructurales y funcionales que serían las responsables de las dificultades en el procesamiento fonológico y, por consecuencia, también de los problemas para aprender a leer. Conocer las causas también ha permitido mejores métodos de evaluación para establecer un diagnóstico y a partir del mismo establecer las medidas preventivas y remediales para estos trastornos que, cuando no son detectados y atendidos a tiempo, acarrean como consecuencia mayores problemas a la persona que los padece, entre los que se incluyen las complicaciones emocionales, deserción escolar, baja autoestima, entre otros.
Las deficiencias en la precisión y velocidad de lectura, que pueden llamarse también dislexia del desarrollo, son las que serán tratadas en mayor profundidad en el presente capítulo; no se tratará el problema de la comprensión de lectura, el cual merece un tratamiento aparte y rebasa los alcances de este trabajo.

Características neuropsicológicas
Desde hace casi veinte años, la investigación ha conducido de manera primordial, aunque no exclusiva, a la explicación neurocognitiva de un déficit en el procesamiento fonológico como la causa de las dificultades para aprender a leer. Se han propuesto otras teorías como las del procesamiento secuencial temporal y la cerebelar; no obstante, la teoría fonológica es la que ha tenido mayor apoyo empírico, por lo que será la que se trate en este trabajo con mayor amplitud.


Teoría fonológica

Tres habilidades se han considerado componentes del procesamiento fonológico: la consciencia fonológica (o sensibilidad fonológica), el acceso al léxico (o denominación automática rápida) y la memoria fonológica. El primero de ellos, la consciencia o sensibilidad fonológica, es una habilidad metalingüística que se refiere al grado de sensibilidad a la estructura sonora del lenguaje oral; es la capacidad para reconocer, discriminar y manipular los sonidos del propio idioma. Es la comprensión de que las palabras están compuestas de una combinación de unidades más pequeñas (sílabas y fonemas), y poder manipular estas unidades de manera explícita. Las tareas para evaluar esta habilidad incluyen contar el número de sílabas o fonemas, en una palabra, detectar si éstas riman, la supresión de un fonema o sílaba inicial (o final), o cambiar alguno de éstos en una palabra o bien sintetizarlas a partir de elementos aislados (sílabas o fonemas).

Torgesen, Wagner y Rashotte (1994) indican que las tareas antes mencionadas, de consciencia fonológica, no evalúan el mismo constructo, sino a dos distintos, aunque estén correlacionados; uno de ellos es el análisis fonológico, el cual se evalúa con tareas que requieren que el niño identifique los sonidos dentro de las palabras que se presentan como un todo, mientras el otro constructo, síntesis fonológica, representa la habilidad de los niños para combinar segmentos fonológicos presentados de manera separada para formar palabras. Por su parte, Anthony y Francis (2005), consideran que la consciencia fonológica es única e independiente del tamaño de la unidad dentro de la palabra en que se focalice.
La consciencia fonológica inicia su desarrollo durante la etapa preescolar e inicios de la escuela primaria, pero se manifiesta en diferentes habilidades a través de todo el desarrollo de una persona (Anthony & Francis, 2005). Esta habilidad tiene una relación directa con la tasa de adquisición del proceso de lectura y es la habilidad nuclear, cuya deficiencia, subyace a la dislexia del desarrollo (Torgesen, Wagner & Rashotte, 1994).

El segundo componente, denominación automática rápida (DAR) o acceso al almacenamiento léxico, se refiere a la eficiencia o velocidad en la recuperación de códigos léxico-fonológicos de la memoria. Es la capacidad de recuperar con rapidez las formas fonológicas de palabras de la memoria a largo plazo. Las tareas para evaluar la DAR consisten en nombrar a gran velocidad series limitadas de objetos familiares que se presentan en orden aleatorio (letras, dígitos, colores, objetos) y arregladas por renglones. Las tareas DAR demandan muchos de los procesos que intervienen en la lectura como los movimientos oculares de coordinación de izquierda a derecha y el barrido de retorno, percibir una imagen y recuperar la etiqueta verbal de ésta (su nombre), la producción de la misma, la inhibición de la etiqueta en curso cuando se pasa a la siguiente imagen para empezar de nuevo, pero, sin exigir reconocimiento o comprensión de la palabra.

Un rendimiento bajo en las habilidades de seguimiento, asociación de una imagen con su etiqueta verbal, recuperar la etiqueta, la inhibición de una respuesta actual para pasar a la siguiente imagen, así como la coordinación de todos estos procesos puede resultar en un lento rendimiento en la tarea. Las deficiencias en cualquiera de estos procesos individuales o en su coordinación general también interfieren con la lectura de texto. El tiempo que se tardan los niños en completar esta tarea se ha encontrado que es un predictor importante de futuras deficiencias en la lectura, además, los niños disléxicos son más lentos en denominar las series que niños con un control normales (Litt, 2010). Denckla y Rudel (1976), quienes desarrollaron el paradigma DAR, conceptualizan la lentificación que presentan los niños con dislexia en este tipo de tarea, como una dificultad en la automatización de las respuestas verbales a los estímulos visuales que se están presentando.

Las dos habilidades antes descritas, la consciencia fonológica y la denominación automática rápida, son las que predicen de manera más importante la adquisición de la lectura y la escritura (Vellutino, Fletcher, Snowling & Scanlon, 2004). También existe un amplio consenso respecto a que son las deficiencias en estas mismas habilidades las principales causas de la dislexia (Savage & Frederickson, 2005). Asimismo, incluso adultos que han sido diagnosticados con dislexia del desarrollo tienen un pobre desempeño en tareas de consciencia fonológica y de denominación automática rápida (Ramus et al., 2003). Tanto Wolf y Bowers (1999) como Wolf et al. (2002) postulan que el déficit en consciencia o sensibilidad fonológica y procesos que subyacen a la denominación automática rápida, representan dos distintas fuentes de disfunción en la lectura. Así, postulan la hipótesis del doble déficit, según la cual, los niños con trastornos de lectura pueden tener deficiencias en sensibilidad fonológica o denominación serial rápida, o en ambas; en este último caso, los problemas de lectura son más severos, conclusión con la que coinciden Torppa et al. (2013), quienes examinan esta hipótesis en un lenguaje transparente. Desde este punto de vista habría tres tipos de dislexia, una con déficit fonológico, otra con déficit visoverbal y la más severa, donde se combinan estas deficiencias.

La tercera habilidad, denominada memoria fonológica, es la representación de la información lingüística basada en un sistema de sonidos (Anthony & Francis, 2005) y se emplea para retener la información conforme llega la secuencia de sonidos por un tiempo limitado, mientras se procesa la totalidad de la palabra. La memoria fonológica se evalúa con tareas que requieren una breve retención verbal e inmediata repetición de secuencias de reactivos no significativos de material verbal de longitud creciente (tareas de span o capacidad de memoria). Es la capacidad de retener e inmediatamente repetir material verbal de longitud creciente (p. ej., secuencias de dígitos y pseudopalabras). La explicación más aceptada para dificultades de este tipo tiene que ver con problemas en representar de manera mental las características fonológicas del lenguaje. La dificultad con la memoria fonológica es una de las características cognitivas de niños con trastornos graves de la lectura (Torgesen, Wagner & Rashote, 1994). Las dificultades con la representación mental de la información fonológica pueden hacer más difícil la ejecución de tareas que requieren el almacenamiento simultáneo y procesamiento de sonidos individuales en palabras.






Teoría de déficit en el procesamiento de secuencias rápidas en el tiempo

Otros esquemas alternativos de explicación de la dislexia han descrito el modelo del déficit en el procesamiento temporal, el cual sugiere que los disléxicos sufren de un déficit general, no lingüístico, en el procesamiento temporal para discriminar cambios rápidos o sucesivos de estímulos, tanto en la modalidad visual como auditiva.
Tallal (1993) y Wolff (1993), presentan una serie de evidencias de trastornos en el procesamiento visual y auditivo y problemas motores finos, en niños disléxicos y con trastornos del lenguaje. Sugieren que estos menores tienen alteraciones en el procesamiento de secuencias temporales en rápida sucesión, las cuales subyacen tanto a sus deficiencias perceptivas como motoras; asimismo, concluyen que la alteración en el procesamiento de secuencias temporales, observada en niños con trastornos del lenguaje, está en la base de su incapacidad para integrar información que converge al sistema nervioso central en rápida sucesión. Dicha alteración espansensorial, es decir, afecta al procesamiento en múltiples modalidades sensoriales y la salida motora dentro del rango de los milisegundos. Estos estudios también presentan datos que relacionan esta deficiencia en la integración temporal con patrones específicos de percepción y producción del habla en niños con trastornos del lenguaje. El problema con el lenguaje traería como consecuencia un problema con la lectura. Tallal (1993), integra una batería de sub pruebas para evaluar la detección, integración temporal, asociación, discriminación, secuenciación, tasa de procesamiento y memoria serial para eventos acústicos.

Uno de los hallazgos generales bajo este modelo es que los niños disléxicos difieren de los normales en la resolución temporal y percepción del orden serial de eventos visuales y auditivos (lingüísticos y no lingüísticos), en su habilidad para dar orden serial en secuencias de movimientos de dedos y manos, en su habilidad para proporcionar estructuras rítmicas a cadenas de palabras, para establecer fronteras de frase en la recepción y producción de texto relacionado. Tales hallazgos han motivado la hipótesis genérica de que la alteración en la resolución temporal en la percepción y la acción es una de las principales fuentes fisiológicas de disfunción de dominio general y que el hemisferio izquierdo es el locus anatómico principal.
Diversas investigaciones han presentado evidencia que apoya la hipótesis de que la dislexia del desarrollo está asociada selectivamente con dificultades en procesar estímulos visuales y auditivos en el dominio de las frecuencias altas (Tallal, 1993; Llinás, 1993; Stein, 1993; & Wolff, 1993).

Teoría cerebelar

Nicolson y Fawcett (1990), así como Nicolson et al. (2001), proponen una teoría,
cuya explicación neurobiológica es que el cerebelo de los individuos con dislexia presenta una leve disfunción, por lo que sobrevienen una serie de dificultades cognitivas.
En primer lugar, el cerebelo juega un papel en el control motor y por lo tanto en la articulación del habla, lo cual a su vez puede conducir a deficiencias en las representaciones fonológicas. En segundo lugar, el cerebelo desempeña un papel en la automatización de tareas sobre aprendidas, como escribir y leer. Una débil capacidad para automatizar afectaría, entre otras cosas, el aprendizaje de las correspondencias grafema-fonema.


Msc. Miguel Alberto Montañez Romero
Psicologo
Magister Psiconeuropsiquiatria y rehabilitacion
Universidad Metropolitana
Colombia.

miguelmontanez@gmail.com

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